A medias tintas.
El café tibio, los bolsillos vacíos medio cigarrillo y el cielo a punto de estallar. La vida que tengo es quien me elige. Yo, un sujeto pasivo utilizando un ordenador ajeno; palabras de nadie, prejuicios de todos. Escribo en la angustia histérica de quien espera desesperadamente. Respiro en la angustia histérica de quien espera desesperadamente. Vivo en la angustia histérica de quien espera desesperadamente. Veo pasar las soluciones, con la esperanza de que alguna me dirija la palabra. No quiero ir a ligar. No me apetece vender nada. Preferiría no hacerlo. Gracias.