El grabador mágico.
Ya en terrenos notoriamente conjeturales, me permito retrollevar la investigación hasta el Paraíso Terrenal. Según un humorista inglés, fue palindrómico el lenguaje que se usara en el Jardín del Edén. Adicta a su teoría, he tomado a mi cargo la tarea de confirmarla en la siguiente escena: Adán y Eva no eran mudos. Hablaba hasta la Serpiente. Obviamente hablaron. La Biblia no registra su conversación, un grabador mágico sí. Se sabe de tal modo que, al presentarse el varón, lo hizo en inglés y, al contestarle la mujer, con gracia latina y castellana: Madam, I'm Adam ¡Ave! Yo soy Eva Fue un encuentro feliz. Todo es puro, virginal, inmaculado. Charlan descosidamente. Tras de recorrer el Edén, ambos coinciden en que tanta perfección los aburre. Se quejan a dúo: ¡SOLOS SOMOS SERES SOSOS! A poco, escuchan que algo repta entre las plantas: la Serpiente. Y al captar la desazón de ambos, insidiosa los Aduna y Anuda... Al rubor...