Vecinos


Como rutina, a las ocho con treinta y cinco el del 5 se pelea con su novia.

-          ¡Ah, chinga tu madre!... neta.
-          ¡Ah, qué chingón, su puta madre!

La vez pasada le gritó idiota. Idiota tu madre, le contestó él.
Las pinches putas madres.

Después, los gritos furiosos se vuelven esperanzas.
-          Como no me decías nada…
-          Nada. Mi trabajo me cuesta controlarme para no ser un maldito. Yo me porto bien y la puta gente se porta de la chingada.
-          Sí te quiero
-          Y yo a ti…

Ahora cogen en silencio. O hacen como que duermen, dándose la espalda, acurrucados contra ellos mismos.

El del 6 pone un rap y dice que su día favorito para beber es el domingo. El domingo pasado el del 2 activó la alarma contra incendios. El antepasado le pegó a un sartén con un cucharón para mostrar su desprecio.

-          Y dicen que los locos somos nosotros. Yo no le voy a pegar, pero voy a traer a mi abuelo que sabe kung fu.  Y tai-chi. Y tae kwon do. Y feng shui.


El del 7 se pone a escuchar corridos entremezclados con música de Paulina Rubio. Yo no soy esa mujer que no sale de casa y empezaron los balazos. Etcétera. La del 3 le pega a techo con un palo de escoba. Que si le puedes bajar a tu radio. Que no le voy a bajar y ya me voy. Lo voy a dejar prendido. Que ganas de estar chingando. Cómo la ves.


Después del terremoto, hubo daños estructurales. El del 1 trajo una viga para arreglarlo, pero nadie quiso dar dinero  y la viga se quedó tirada en medio del paso. Una noche, el abuelo del 4 pasó por ahí y se cayó. Empezó a usar muletas. Su hijo vive en el piso de abajo. Él arriba. Comía en casa de su  hijo y daba de comer a los pájaros. Poco después de su accidente, empezó a dejar un rastro de lágrimas en la escalera. Nadie dijo nada, hasta un sábado por la mañana: O barres aquí afuera, o vamos a tener problemas. Estaba lleno de alpiste. 
Le amputaron las piernas hasta las rodillas.


Hoy es un día nublado y se escucha el piar de los pájaros. Un avión pasa, y luego otro, y otro. Se oye un motor de motocicleta a lo lejos. Se prende el refrigerador. El trapeador choca contra la cubeta. Nadie grita, por ahora.

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