Euphorbia Milii

Creo que entré a la clase equivocada. Tardé media hora en darme cuenta porque no se veía ni madres en el pizarrón y porque la maestra usaba más muletillas que palabras significantes. Estaba triste, además. Los ocho kilos de maquillaje no podían esconderlo. Yo también estaría triste si fuera ella. Pero quién me creo para juzgar a una persona por una cuarta parte de la segunda clase del trimestre.
El libro que recomendaba era algo así como "Economía y vida rural en Europa Occidental". Supuse que podría tener algo que ver con análisis del discurso. Qué vanguardista.

Salí sin cerrar la puerta del salón, más por la pena de volver atrás que por valeverguismo. Siempre huir de los dineros y las malas costumbres. Parece que mi ahínco por escribir en una publicación medio decente para medio ser un miembro honorable de la sociedad dura dos horas por día máximo.

Quito cada uno de los dientes de león de mi maceta de los cactus y suculentas. Mucha ramería y pocas flores. Espinas en la piel.



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